mirar

Escena desayunando en un bar al lado del Arco de la Macarena. Estoy sola. Al lado, un hombre fornido. En la ventana, otros tres o cuatro. Uno, con traje de faena, entra y sale del bar. Otro, muy trajeado, habla intermitentemente por teléfono en la puerta ostentosamente alterado. Se acerca una manifestación. Uno lo hace notar. Sí, dice el hombre trajeado, son las mujeres manifestándose. Se inicia un concurso de intervenciones "chistosas". Yo recibo mi tostada. El chico que me la sirve me cae bien. Tengo la sensación de que está un poco dividido, por el modo en el que me mira. Pero reflexiono sobre ello. Creo que hay demasiada esperanza tiñendo esta percepción. Se integra en el grupo de los chistes, diciendo algo sobre que se va a encerrar a los tíos en botellas. No entiendo muy bien, porque no habla demasiado alto. Entra un policía en el bar preguntando por el servicio. Una turista pide agua sin gas. La manifestación alcanza el arco. Contra la precariedad de las contrataciones de servicios sociales en el ayuntamiento. Gran expectación en la ventana. Me quedo sola con el camarero y mi tostada. El fornido trabajador es el que más y más alto habla. Está pletórico de contraconsignas. Lo que tenían que hacer es trabajar. Se manifiestan porque no dan un palo al agua. Se va calentando. Entusiasmo casi wagneriano. Esto se arregla echándolos a todos a la puta calle y con los militares poniendo orden. Yo pregunto al camarero si la tostada es de verdad media. Y le pido un poco más de leche porque el café está amargo. Creo que intento encontrar un vínculo con el camarero, al que le caigo bien, lo sé por otras veces. Me dan ganas de decir algo, pero no lo hago. Pasa la manifestación. El hombre trajeado sigue con sus aspavientos. Pago y el camarero me devuelve el dinero y se muestra muy amable. Me dirijo a casa atravesando la manifestación y pensando en la frase recién descubierta y en venas y en redes y en militares y en que no puedo vivir sin ti, no hay manera. Aprieto el paso. Empieza a llover y tengo que ir al aeropuerto.